Es ya histórico, en el dia de hoy, 25 de abril, se cumple medio siglo de aquella proeza deportiva realizada por el atleta vigués y céltico, Rogelio Rivas, de la céntrica calle Velázquez Moreno, cuando el 25 de abril de 1964, en las pistas de ceniza de la Universitaria madrileña, ganara un 100 metros lisos en el tiempo manual de 10,4, nuevo récord de España.
Triunfara en la prueba seguido del asturiano Melanio Asensio a dos décimas, que había sido campeón nacional de la distancia en tres temporadas anteriores.
Esos 10,4 le dieron el billete para asistir a los Juegos Olimpicos de Tokio, octubre 1964, clasificándose 8º y último en su eliminatoria, bajo la lluvia y disminuido por una lesión muscular.
Aunque equivalen a un 10,64 eléctrico, esos 10,4 y en ceniza todavía hoy nos parecen fantásticos para el atletismo céltico.
Recordemos que Rivas había sido el primer céltico de la historia en conseguir un récord de España absoluto – ¡¡¡ entre los 81 señalados al aire libre !!! – cuando el 27 octubre 1962, en la ceniza de Riazor, hiciera 21,6 en 200 metros, 2º clasificado en un torneo internacional, detrás del argentino Vienna. Habiase iniciado en los provinciales escolares de 1960, pasando desapercibido y marcando 58,4 en 400 metros, luego fué a entrenar en el Celta, dirigido por Alfonso Posada – aun no llegara Alfonso 0rtega a las filas célticas – y acabó el año con 25,2 en 200 y 53,8 en 400. Durante el invierno siguiente, sesiones de gimnasia, salidas, trotes largos en Castrelos y series de 150 y 500 metros a razón de 5 dias por semana en los jardines del Náutico vigués, que por entonces lo permitían. Los días festivos, entrenaba ya en Balaidos. Sus progresos fueron tan notables que en 1961 llegó a 10,9 y 22,3 en 100 y 200 metros, récords de España juveniles, además de proclamarse campeón nacional de la categoria en 100, 200 y relevo 4×100 con el Celta, en el Vallehermoso madrileño.
En 1962 pasó becado a la Residencia Blume de Madrid, entrenando con el ya fallecido José Luis Torres, corroborando sus progresos.
Marcas personales : 10,4 en 100 – 21,6 en 200 y 47,3 en 400 metros.
Tras haber sido 33 veces internacional, se fue a vivir en 0viedo, por una oferta autonómica y allí, a los 69 años ya de edad, ejerció de aparejador dependiente de la comunidad asturiana hasta su jubilación, tiene su pequeño yate, dos hijos y sin nietos.