Pablo Nogueira
La francesa Alice Finot se ha consagrado en la élite del Atletismo mundial, la actual campeona de Europa lucha por todo en Paris. Hoy la conoceremos un poco más:

E: ¡Hola, Alice! Primero que nada, me gustaría felicitarte por tu clasificación a los Juegos Olímpicos. ¿Cómo se siente poder disfrutar de unos Juegos Olímpicos en tu propio país?
A: Gracias. Pues siento mucha gratitud, porque estos juegos en casa llegan en el mejor momento de mi carrera deportiva. Una vez más, me presento en mi mejor versión en un evento internacional, y ¿qué más pedir cuando es el mayor evento del planeta y está en mi casa? Casa donde se desplazan unos 80 gallegos para verme competir, así que no me puedo sentir más arropada. También, siento agradecimiento por la gente que participó en este proyecto y que dio lo mejor de sí misma para conseguir esa forma olímpica que cada atleta busca con mucho esfuerzo e ilusión.
E: Alice, muchos te conocemos ya como atleta profesional, pero hoy me gustaría incidir en tu persona. Como sabes, en el club la escuela está llena de niños emocionados con ir todas las tardes a entrenar; de hecho, tu propio entrenador lleva a muchos atletas de las escuelas. ¿Recuerdas cómo empezó tu aventura en el atletismo? ¿Qué te atrajo de este deporte y cómo fueron esos primeros entrenamientos? ¿Hay algún recuerdo en particular que te haya marcado en esos primeros años?
A: En 2015 vivía en Taiwán, donde conocí a mi pareja, Bruno, con quien corrí una media maratón allá. En verano de 2016, me mudé a Vigo para vivir con él. En septiembre, recuerdo venir a un entrenamiento del Celta con el grupo de medio fondo de Manuel y decirle que quería volver. Cuando me dijo «¿cuánto quieres entrenar?», le contesté, «vendré todos los días». Se rió un poco, pero me hizo caso y me hizo correr y mejorar poco a poco para ir logrando cada año, objetivos accesibles pero siempre ambiciosos.
E: Tu historia es digna de contar. Una francesa que llega a Vigo a trabajar de ingeniera y se reencuentra con un amor de la infancia, como es, en tu caso, el atletismo. En el momento en que decides dejar tu antiguo trabajo para centrarte puramente en este sueño tan bonito, ¿qué es lo que te lleva a seguir teniendo aquí tu base de operaciones?
A: En 2021 hice medalla de plata en 3000 lisos indoor, aún siendo ingeniera al 60%. Ya había priorizado el deporte en 2019 para reducir mi horario, lo que me permitió llegar a ese nivel, pero con ese resultado sabía que podía aspirar a más. Tenía esa convicción íntima de que tenía más dentro de mí. Tuve la suerte de que, a raíz de esa medalla, Nike se fijara en mí y me ofreció mi primer contrato, lo que me permitió dejar mi trabajo durante un tiempo. En Ponteareas encontré el paraíso para vivir en paz y armonía con el deporte y la naturaleza. He trabajado con gente que se conoce entre sí, o que hice conocerse para poder trabajar todos hacia un objetivo común: sacar la mejor versión de Alice Finot. No busqué un sitio que me pudiera llevar al alto rendimiento, hice que el sitio donde me sentía bien y feliz fuera mi campo base para rendir. Es cierto que desde 2021, que me hice profesional, me muevo más para buscar las mejores condiciones climáticas y de altura para rendir en momentos clave, pero no hay sitios como Galicia…
E: El Celta te ha visto crecer mucho en los últimos años y convertirte en toda una atleta profesional. ¿Qué significa para ti ser del Celta Atletismo?
A: Estar en el Celta para mí es una evidencia. Manuel también es entrenador en el Celta; yo descubrí los obstáculos en las ligas para darle puntos al Celta, y el Celta me hace sentirme de aquí también. Aunque ahora mis objetivos están muy allá de lo que el Celta me puede ofrecer, considero que son parte de la historia, del camino, y que he llegado aquí por haber fichado en el club ese día de septiembre.

E: Sin duda, en el Celta tienes mucha gente que te quiere y te admira. Solo hay que ver la tropa que te acompaña a cada gran competición a la que vas. Entre estos, hay muchos “mini atletas” que te ven como un modelo a seguir. ¿Qué consejos les darías para que persigan sus sueños en el atletismo? ¿Qué importancia crees que tiene la perseverancia y la pasión en el deporte?
A: Escucha a tu cuerpo, escucha a tu corazón; el alma es sabia. Ten paciencia, las cosas pasan por algo. Te puedes caer, pero mañana levántate e inténtalo de nuevo, a lo mejor de forma diferente. ¡Pero no te rindas! Y sobre todo, ¡disfruta! Solo se trata de deporte.
E: A raíz de esto que me cuentas, si pudieras viajar al pasado y reencontrarte con tu yo de hace años, ¿qué le dirías?
A: ¡Muy bien! Estás viviendo el momento a full. Hay momentos para todo en la vida, y siempre he respetado esa regla. Eso no me creó arrepentimientos y permitió que apostara por mí sin miedo. ¡Gracias, familia!
E: Cambiando de tercio, hablemos ahora un poco de lo que se te viene encima. La preparación física es crucial para un atleta de élite. ¿Cómo te preparas físicamente para competir al más alto nivel? ¿Hay algún aspecto de tu entrenamiento que consideres especialmente importante?
A: Trabajo la parte de la carrera a pie con Manuel Ageitos, pero también la fuerza con Alberto Salgado, que luego transferimos a la carrera. Es muy importante para desplazarme rápido y prevenir las lesiones. También incluimos un trabajo más de pliometría con Alex Gutiérrez de cara a los obstáculos y para aguantar su exigencia. Para ser buena obstaculista en verano, significa construir un cuerpo fuerte todo el invierno, y juntos trabajamos en ello. Pasamos estos dos últimos años mucho tiempo con la federación francesa, lo que ha enseñado a Manuel en poco tiempo un montón a nivel de seguimiento del rendimiento (pruebas de hidratación, HRV, lactato, …) y eso porque se invirtió por parte de Francia en esos aspectos de cara a los juegos en casa.

E: Pero a un atleta de élite no le llega solo con esto. Ahora está en boca de todos la importancia de la salud mental, y por fin se da visibilidad a algo que hasta hace años era un tabú. ¿Cómo te cuidas mentalmente y qué estrategias utilizas para mantenerte enfocada y motivada? ¿Qué opinas sobre la importancia de la salud mental en el deporte?
A: Doy las gracias a mis padres por haberme dado esa educación tan estable. No he tenido la necesidad de ir a un psicólogo, porque no tengo cosas que arreglar, de momento. Pero no digo que algún día de mi vida tenga que reparar algo del pasado y que no vaya a pedir ayuda. Aunque trabajo con una preparadora mental, quien me ayuda a centrarme en mis motivaciones intrínsecas, el porqué lo hago. Eso me permite llegar a la pista vacía de pensamientos negativos que te pueden llegar por el entorno o por tus demonios internos que despiertan con el estrés. Trato de usar el estrés como un motor que me va a permitir sobresalirme. Considero que sin ese estrés a la hora de entrenar no soy tan buena, así que es un aliado.
E: Cuéntanos sobre tu relación con Manu Ageitos. ¿Qué hace que vuestro trabajo en equipo sea tan especial? ¿Algún momento memorable juntos que quieras compartir? ¿Cómo ha influido Manu en tu carrera y en tu crecimiento como atleta?
A: Manu y yo crecimos juntos. A lo largo de su carrera de entrenador ha tenido a algunos atletas buenos en categorías jóvenes, pero llegó a la élite absoluta conmigo. Manuel me enseñó a tener paciencia, a seguir el plan, a confiar en el plan y a llegar a competir en buenas condiciones. La dinámica del grupo era algo que me permitió llegar al nivel internacional con buena base. Desde entonces, Manuel me da bastante libertad, a nivel de logística de entrenos, horarios, sitios, concentraciones; se adapta y es consciente de que son los detalles los que marcan la diferencia al nivel élite. A nivel más personal, nos entendemos, y si no, pues lo hablamos. No le oculto nada, porque quiero que tenga todos los datos importantes para poder escribir el mejor plan. Somos también amigos y eso hace el trabajo más llevadero.
Recuerdo mi primera medalla nacional en 2020 y mi primer récord de Francia en Huelva. Son los primeros logros muy importantes que marcan un antes y un después, y estábamos juntos en esas competiciones.
E: Además, Manu no está solo en esa parte, sino que estás rodeada de un grupo espléndido, lleno de gente que sabe lo que es esforzarse. ¿Qué nos puedes decir sobre tus compañeros de entrenamiento? ¿Cómo es el ambiente en el grupo y cómo os apoyáis?
A: Como te decía antes, paso menos tiempo en Vigo con el grupo, por buscar condiciones climáticas, sobre todo esos dos últimos inviernos que fueron húmedos… ¡No, lo siguiente! Y segundo, las condiciones que me ofrecen en la pista de Balaídos solo me permiten hacer entrenos de pretemporada. Cuando buscamos meter vallas y mantener ritmos altos con la bici de liebre, pues necesito desplazarme a Melgaço, en Portugal, donde me acogen como en casa. Por esas razones y, por desgracia, paso mucho menos tiempo entrenando con el grupo de Manuel. Y la verdad es que los echo de menos. Creo que nos necesitamos todos por distintos motivos, pero que cada uno lleva algo al grupo que hace que sea más unido y más fuerte.
E: Se acerca la fecha que por fin tanto estamos esperando. ¿Qué esperas de tu participación en los Juegos Olímpicos?
A: Cruzar la meta sabiendo que acabo de correr acompañada de mi mejor versión, acabar vacía sabiendo que lo he dado todo. El puesto depende de las demás; esperar un puesto en concreto sería crearme una fuente de estrés por algo que no puedo controlar y yo solo quiero disfrutar de ese momento tan especial.
E: Después de los Juegos Olímpicos, ¿qué planes tienes? ¿Has pensado en qué te gustaría hacer, ya sea en el atletismo o fuera de él? ¿Qué sueños o proyectos personales te gustaría realizar en el futuro?
A: Vivo el momento a full, y me estás hablando del futuro, así que no te puedo contestar. Lo que sé es que estoy preparada para cualquier cosa y para seguir luchando por mis sueños, da igual cuál será el de mañana.
E: En tu carrera, ¿cuál ha sido el desafío más grande que has enfrentado y cómo lo superaste? ¿Qué le dirías a alguien que está pasando por un momento difícil en su carrera deportiva?
A: Las lesiones. En 2021, después de la medalla de Torun, sufrí una pequeña rotura del tibial posterior; no fui capaz de recuperar a tiempo para ir a los juegos de Tokio. Me prometí que volvería en mi mejor versión para París. En 2022, después de hacerme un esguince de tobillo en la meta de la final del mundial en Eugene, tuve que renunciar al Europeo de Múnich un mes después. Dos años después, soy campeona de Europa en Roma. Las lesiones son momentos difíciles, pero si decides salir de ello más fuerte, se puede. Paciencia, como te decía antes… y trabajo. No se cura solo, pero respetando a mi cuerpo y escuchando a mis fisioterapeutas, se curó bien. El atletismo tiene un montón de campeonatos. Si no puedes llegar al de esta temporada en forma y respetando a tu cuerpo, pues pasa al siguiente para llegar más fuerte, y… puede ser que marques la historia…
E: Como cierre de la entrevista, me gustaría que nos dejes un mensaje más personal que nos permita conocerte mejor. Mirando hacia atrás, ¿qué legado te gustaría dejar en el mundo del atletismo y en la comunidad del Celta? ¿A quiénes te gustaría agradecer por haberte acompañado en este viaje?
A: Me gustaría agradecer a mi pareja. No corre por mí, pero le debo muchísimo. Siempre me ha apoyado, creía en mí más que yo misma a veces. Y ha aceptado ese estilo de vida tan peculiar pero emocionante que nos impone el atletismo profesional. Me da un soplo de aire fresco en el día a día, y eso no tiene precio. Me parece muy importante en la vida estar rodeada de gente sana, con envidia sana y ganas de vernos triunfar en cualquier ámbito. De esas personas me siento arropada, tanto en el grupo, como en el club, como en mi staff o mis amigos gallegos. Y no os olvidéis, ¡un mundo que corre es un mundo sano!
